El nombre "Goju-Ryu"
NUESTRA ESCUELA
Llamó a su arte Goju-Ryu, que significa Duro y suave, siguiendo los ocho preceptos del Kempo chino tradicional que se hallan en el documento llamado "Bubishi".
Bubishi
1. La mente es una misma con el cielo y la tierra.
2. El ritmo circulatorio del cuerpo es similar al ciclo del sol y de la luna.
3. El modo de inspirar y espirar es dureza y suavidad.
4. Actua de acuerdo con el tiempo y el cambio.
5. Las técnicas se ejecutan de forma inconsciente.
6. Los pies deben avanzar y retroceder, separarse y juntarse.
7. A los ojos no se les escapa el mas mínimo movimiento.
8. Los oídos escuchan bien en todas las direcciones.
El fue el primer maestro entre las diferentes escuelas de karate en dar un nombre a su arte. Pero aunque Miyagi Sensei llamó a su arte Goju-Ryu, casi nunca usó dicho nombre, ni puso ninguna señal con Goju-Ryu escrito en el dojo. En 1933, el arte de Miyagi Sensei fue registrado formalmente como "Goju-Ryu" en el Butoku-kai, la Asociación de Artes Marciales Japonesas.
El maestro Miyagi, en varias ocasiones explicó las razones por las que eligió el nombre de Goju-Ryu. Anque algunas personas solamente sepan explicar la relación de este nombre con aspectos técnicos relativos al karate, tales como técnicas duras y técnicas flexibles, Sensei Miyagi la enfocaba hacia el desarrollo del carácter humano. El creía sinceramente que el practicante de karate debía ser físicamente duro, por eso, la práctica en su Dojo era exhaustiva. Así, de este modo, podía moldear la dureza del cuerpo y de la mente, desarrollando la fuerza del carácter y la flexibilidad de la mente.
El insistía, en que cada practicante de karate tiene una responsabilidad dentro de la sociedad. Pensaba que el entrenamiento de Goju-Ryu debía reflejarse en todos los aspectos de la vida. Creía que con los entrenamientos exhaustivos, se conseguía la sensibilidad, la capacidad de enjuiciamiento y un carácter altamente moral que todas las personas debían poseer.
El nombre del Goju-Ryu, se ha comparado muchas veces con el árbol del Bambú: cuando es joven, es fuerte y recto, pero cuando el viento es fuerte (y podría llegar a ser fatal luchar contra el) se inclina, volviendo a su postura original cuando desaparece el viento.
Esta forma de supervivencia controlada, flexible y eficaz, impresionó al maestro Miyagi, y la utilizó como ejemplo para nuestra superación ante las dificultades que podemos encontrar a lo largo de la vida.